Todos conocemos los puntos naturales más claves y más importantes de la isla. Conocemos de sobra las Dunas de Maspalomas, Playa del inglés, el Charco Azul o el Roque Nublo. Pero, Gran Canaria es mucho más que todos estos parajes naturales tan espectaculares, hay lugares escondidos que, muy poca gente conoce y que no están tan masificados, este es el caso de la Cueva de los Mil Colores.
La isla cuenta con numerosas playas escondidas, con sus respectivos bufaderos y cuevas. Normalmente, las encontramos en la zona norte, la zona más salvaje y abrupta. Un ejemplo de ello son las zonas del Juncal o de Guayedra.
Sin embargo, en el sur de la isla también encontramos estos parajes maravillosos, como el bufadero de Tauro o, en este caso y no tan conocido por turistas y habitantes de la isla, la Cueva de los Mil Colores.
En el post de hoy queremos mostrarte todo acerca de este punto tan fantástico y poco frecuentado. Te ofreceremos información sobre cómo es, dónde está situada y cómo poder acceder a una de las maravillas naturales más de moda en la actualidad.
La Cueva de los Mil Colores: una piscina única
Existen muchas piscinas naturales a lo largo y ancho de toda la geografía grancanaria. Todas ellas cuentan con un atractivo que las diferencian de playas o calas, como por ejemplo la tranquilidad de sus aguas.
La Cueva de los Mil Colores en sí no es una piscina natural. Se sitúa a los pies de un enorme risco empedrado que, a su alrededor cuenta con piscinas naturales. También conocida como la Reina Mora, se trata de una cueva situada en las proximidades de la playa teldense de La Garita y su forma recuerda mucho a la de un "jacuzzi".
Además de su gran atractivo natural por la belleza de la cueva, su profundidad o sus aguas turquesas, este enclave esta envuelto de una cierta leyenda sobre su descubrimiento.
Fue mencionada por primera vez por el antropólogo y escritor Jose Luis Gonzalez Ruano, en el año 1988 en uno de sus libros hablaba de una cueva de mil colores, nunca visto antes y explicaba, sin mucho detalle, cómo llegar hasta ella.
Su acceso, también forma parte de la leyenda, ya que nunca se dijo cómo acceder a ella, tampoco existen rutas específicas que conduzcan hacia ella, por lo que son muy pocos los que la conocen y llegan hasta sus aguas.
¿Cómo llegar a la Cueva de los mil Colores?
Para poder llegar a este paraje único lo primero que debes hacer es llegar hasta la Playa de la Garita, en la zona costera del municipio de Telde. Esta playa tan conocida en el municipio tiene forma de concha, con una extensión aproximada de 260 metros, que combina arena oscura y fina que da paso a la Cueva Reina Mora.
Si sientes curiosidad y quieres adentrarte en la Cueva de los Mil Colores, tienes que saber que, como te hemos comentado anteriormente, no hay un sendero marcado, por lo que llegar hasta ella es un poco complicado.
No obstante, te recomendamos que si vas a realizar el camino, vayas con un calzado adecuado, a ser posible antideslizante, ya que transitaras por una zona de rocas.
Otra recomendación que te proponemos es que vayas siempre en grupo. Al no tener un camino marcado o delimitado, se vuelve un tanto peligroso, por lo que ir solo o sola puede resultar peligroso en caso de caída o golpe de mar.
Una vez y llegues al lugar descubrirás que habrá merecido la pena el trayecto. Te encontrarás con una cueva única en la isla, con una gama de colores que te dejarán sin palabras. Es el entorno ideal para pasar unos momentos de relax y tranquilidad, lejos de las playas masificadas.
Como has podido comprobar a lo largo de este artículo, la isla de Gran Canaria guarda muchos secretos, rincones que para la gran mayoría de habitantes de la isla son desconocidos y que, por lo tanto, no tienen la masificación de otros puntos más turísticos.
Este tipo de enclaves son un verdadero tesoro en cuento a patrimonio natural se refiere y está envuelto en una mística y leyenda que le otorga un plus que otros parajes en la isla no tienen.
En consecuencia, la Cueva de los Mil Colores debe seguir preservándose, como hasta ahora, mantener intacto ese atractivo que atrae a miles de curiosos atraídos por la aventura y por esa amalgama de colores que es su seña de identidad.
En definitiva, te invitamos a que saques ese lado más aventurero, te calces unos buenos zapatos antideslizantes y descubras una de las maravillas naturales mejor conservadas de la isla, la Cueva de los Mil Colores.